podrido
Cuando algo está podrido, es como cuando tu manzana favorita se pone vieja y blanda. Puede cambiar de color, como pasar de rojo a marrón, y puede empezar a oler raro, como calcetines sucios. Imagina tu juguete que dejaste bajo la lluvia; puede volverse todo blando y no funcionar igual. Eso es lo que pasa cuando la comida se pudre. Ya no es bueno para comer porque puede hacer que te duela la barriga.
Piensa en una flor que alguna vez fue brillante y bonita. Con el tiempo, si no recibe agua, se marchita y se vuelve marrón. Sus pétalos caen y ya no huele bien. Eso es lo que pasa cuando las cosas se pudren: pierden su frescura y belleza.
Podrido también puede significar cuando algo no funciona como debería, como un coche de juguete con una rueda rota. Ya no va rápido y solo se queda ahí. Cuando decimos que algo está podrido, significa que ya no es tan bueno como solía ser y podría necesitar ser arreglado o tirado.