riesgo
El riesgo es como subir a un árbol. Quieres subir alto y ver todo desde arriba, pero existe la posibilidad de que te caigas y te hagas daño. Subir es divertido y emocionante, pero necesitas tener cuidado por la posibilidad de caerte. Cuando tomas un riesgo, estás haciendo algo donde no estás seguro de lo que sucederá después. Es como probar un alimento nuevo. Podrías amarlo, o podrías no gustarte en absoluto. Probarlo es un riesgo porque no sabes si sabrá bien o mal.
Piensa en el riesgo como un juego de escondite. Podrías esconderte en un lugar realmente difícil de encontrar, lo cual es emocionante porque podrías ganar el juego. Pero, si nadie puede encontrarte, podrías sentirte solo y excluido. La emoción de ganar se equilibra con la posibilidad de sentirse solo. Cuando tomas un riesgo, equilibras la diversión y la emoción con lo que podría salir mal.
El riesgo también es como montar una bicicleta sin ruedas de entrenamiento por primera vez. Quieres sentir el viento en tu cabello e ir rápido, pero podrías tambalearte y caer. Montar sin ruedas de entrenamiento es un riesgo porque estás intentando algo nuevo y podría no salir perfecto la primera vez. Pero con práctica, mejoras y el riesgo se hace más pequeño. Se trata de aprender y crecer, incluso si las cosas no siempre salen como se planean.