Una recompensa es como un premio especial que obtienes cuando haces algo realmente bueno o útil. Piensa en cuando limpias tus juguetes y tu mamá o papá te da una deliciosa galleta. Esa galleta es una recompensa porque hiciste un gran trabajo.
Imagina un pequeño gráfico de estrellas. Cada vez que te cepillas los dientes sin que te lo pidan, recibes una pegatina brillante. Cuando llenas el gráfico con pegatinas, puedes elegir una actividad divertida como ir al parque. La actividad divertida es tu recompensa por ser responsable.
A veces, una recompensa puede ser tan simple como un gran abrazo o un choque de manos. Cuando ayudas a un amigo y te sonríe diciendo ‘gracias’, eso también es una especie de recompensa. ¡Se siente bien en tu corazón!
Una recompensa también puede ser como un juego. Cuando juegas y ganas, puedes recibir una medalla o un trofeo. La medalla es una recompensa por jugar bien y dar lo mejor de ti. Las recompensas nos hacen sentir felices y nos animan a seguir haciendo cosas buenas.