Restringir es como cuando tienes una gran pelota rebotante que quiere rodar, pero la sostienes fuerte para que se quede en un lugar. Sostener la pelota es como restringirla porque estás impidiendo que se mueva. A veces, necesitamos restringir cosas para mantenerlas seguras o para evitar que causen problemas.
Piensa en un cachorro con una correa. La correa ayuda a mantener al cachorro cerca de ti para que no se escape a la calle o se pierda. La correa es una forma de restringir al cachorro, no para ser malo, sino para mantenerlo seguro.
Imagina tu coche de juguete favorito corriendo por una pista. Si va demasiado rápido, podrías usar tu mano para frenarlo. Usar tu mano para evitar que el coche vaya demasiado rápido es otra forma de restringir. Es como usar una mano suave para asegurarte de que las cosas no se salgan de control.
A veces, cuando te sientes muy enojado o molesto, podrías querer gritar o patear con los pies. Pero si tomas una respiración profunda y te calmas, estás restringiendo tus sentimientos. Esto te ayuda a pensar con claridad y actuar amablemente.