alquiler
Alquiler es como pedir prestado un juguete a un amigo. Puedes jugar con el juguete, pero no lo posees. Tienes que devolverlo después de un tiempo. Cuando alquilas una casa, es como pedir prestado un gran juguete. Vives allí, pero todavía pertenece a otra persona. Les pagas dinero cada mes para usarla, al igual que podrías darle una galleta o un caramelo a tu amigo por prestarte su juguete.
Piensa en el alquiler como un tipo especial de intercambio. Intercambias dinero por un lugar donde quedarte, como intercambiar tu merienda por un juguete. Es una promesa de que mientras sigas intercambiando tu dinero, puedes seguir usando la casa.
Alquilar también es como un libro de la biblioteca. Llevas el libro a casa, lo lees y disfrutas de la historia. Pero después de un tiempo, lo devuelves a la biblioteca. Alquilar una casa significa que puedes vivir en ella y disfrutar tu tiempo allí, pero algún día, es posible que tengas que mudarte y dejar que otra persona viva allí. Es una forma de compartir espacios sin poseerlos.