Cuando sientes alivio, es como si llevaras una mochila grande y pesada, y alguien te ayuda a quitártela. De repente, te sientes más ligero y libre, como si pudieras saltar y jugar sin ningún problema. Es la sensación que tienes cuando algo que te molestaba ya no está ahí.
Imagina que tu mente es un cielo lleno de nubes. A veces, las nubes son oscuras y pesadas, haciéndote sentir triste o preocupado. Aliviar es como cuando el sol sale y empuja esas nubes pesadas, haciendo que el cielo vuelva a ser brillante y claro. Te sientes feliz y tranquilo, como cuando el sol calienta tu cara.
Piensa en un globo lleno de demasiado aire. Está tenso y podría explotar, pero cuando dejas salir un poco de aire, el globo se siente suave y seguro de nuevo. Aliviar es como dejar salir ese aire extra, haciendo que todo se sienta bien y cómodo.
Es como cuando tienes una pieza de rompecabezas que no encaja, y luego encuentras la correcta. Todo encaja en su lugar, y te sientes satisfecho y en paz.