Cuando hablamos de ‘relacionar’, es como un rompecabezas. Cada pieza del rompecabezas es como una pequeña historia o cosa, y cuando las juntas, forman una imagen grande. Relacionar es la forma en que encontramos cómo encajan estas piezas, como cuando tu juguete favorito te recuerda un día divertido en el parque.
Otra forma de pensar en ‘relacionar’ es como conectar puntos en un libro para colorear. Cada punto es una pieza de información o sentimiento, y cuando los conectas, forman una imagen. Esto es como cuando ves un perro y te hace pensar en tu propia mascota en casa.
Imagina ‘relacionar’ como una telaraña. Cada hilo es una conexión entre cosas, como tu familia está conectada a ti. La telaraña te ayuda a ver cómo todo está vinculado, como cuando las historias de tu libro favorito te recuerdan aventuras de la vida real.
Relacionar también puede ser como compartir historias con amigos. Cuando escuchas una historia, podrías pensar en algo similar que te haya pasado a ti. Es como encontrar un amigo que le gustan los mismos juegos que a ti, y te hace sentir feliz y comprendido.