rechazar
Rechazar es como cuando estás jugando con bloques de construcción y un bloque no encaja donde quieres ponerlo. Intentas ponerlo encima, pero sigue cayéndose porque no pertenece allí. Es tu manera de decir, ‘No, esto no funciona aquí.’ A veces, cuando pruebas una comida nueva y no te gusta el sabor, puedes hacer una cara graciosa y apartarla. Esa es tu lengua rechazando el sabor porque no le gusta. Es como decir ‘No, gracias!’ de una manera educada.
Imagina un portero en la entrada de un club. El trabajo del portero es dejar entrar solo a las personas que están en la lista. Si alguien intenta entrar que no está en la lista, el portero lo detendrá y dirá, ‘Lo siento, no puedes entrar.’ Eso es rechazar a alguien de entrar porque no cumple con los requisitos.
O piensa en una pieza de rompecabezas que no encaja. Intentas ponerla en el lugar equivocado, y simplemente no se queda. Esa es la manera del rompecabezas de decir, ‘No pertenezco aquí.’ Es como cuando tu cuerpo dice no a algo, como cuando estornudas por el polvo. Tu cuerpo está rechazando el polvo porque no lo quiere dentro.