Un registro es como un cuaderno especial donde escribes cosas importantes para recordarlas más tarde. Imagínate que tienes una gran caja de crayones y necesitas llevar un control de todos los colores que tienes. Usas tu cuaderno para anotar cada color, así no olvidas ninguno. De esta manera, cuando quieras dibujar un arcoíris, sabes exactamente qué colores usar.
Otra forma de pensar en un registro es como una tarjeta de biblioteca. Cuando tomas prestado un libro de la biblioteca, el bibliotecario escribe tu nombre y el nombre del libro en una tarjeta. Esto ayuda al bibliotecario a recordar quién tiene qué libro. De manera similar, un registro ayuda a las personas a llevar un seguimiento de información importante, como quién tomó prestado un libro o quién se inscribió en una actividad divertida en la escuela.
También puedes pensar en un registro como un mapa del tesoro. Al igual que un mapa te muestra dónde encontrar un tesoro escondido, un registro te muestra dónde encontrar información importante. Mantiene todo organizado, para que puedas encontrar lo que necesitas rápida y fácilmente sin perderte.