rechazar
Cuando rechazas, es como decir “No, gracias” a algo que no quieres o no te gusta. Imagina que tienes un plato lleno de brócoli, y realmente no te gusta el brócoli. Podrías rechazar comerlo porque no es tu favorito. Está bien rechazar cosas que no son adecuadas para ti.
Piensa en una puerta que no quieres abrir. Cuando rechazas, es como mantener esa puerta cerrada porque sabes que lo que hay detrás no es algo que quieras. Rechazar te ayuda a tomar decisiones que son mejores para ti.
A veces, rechazar es como ser un superhéroe con un escudo. Usas tu escudo para bloquear las cosas que no quieres, como si alguien te ofrece un juguete que no te gusta, puedes rechazar y decir: “No gracias, no quiero ese juguete.”
Rechazar también es como dibujar una línea en la arena. Decides dónde está tu línea, y si algo intenta cruzarla que no te gusta, puedes rechazar y mantenerlo al otro lado de la línea. Es una forma de protegerte a ti mismo y lo que te importa.