Piensa en ‘canjear’ como un boleto mágico. Imagina que tienes un boleto dorado que puedes intercambiar por un regalo o juguete especial. Cuando le das tu boleto dorado a alguien, como un tendero, obtienes algo a cambio. Esto se llama ‘canjear’ tu boleto. Es como convertir tu boleto dorado en algo que realmente quieres o necesitas.
Otra forma de pensar en ‘canjear’ es como un botón de reinicio en un juego. Si cometes un error o pierdes una vida, presionar el botón de reinicio te permite comenzar de nuevo. Canjear puede sentirse como corregir un error u obtener una segunda oportunidad para hacer las cosas bien.
También puede ser como una promesa. Imagina que prometiste limpiar tu habitación a cambio de una galleta. Cuando limpias tu habitación y obtienes la galleta, has canjeado tu promesa. Se trata de hacer algo para asegurarte de obtener lo que se prometió o para mejorar las cosas. Canjear se trata de intercambiar, arreglar o cumplir algo para obtener una recompensa o mejorar las cosas.