El reciclaje es como darle una nueva vida a tus juguetes viejos. Imagina tu robot de juguete favorito que ya no usas. En lugar de tirarlo, puedes llevarlo a un lugar especial donde lo desarman y usan las piezas para crear algo nuevo, como un coche de juguete o una nave espacial. De esta manera, el robot no termina en la basura y puede convertirse en algo emocionante para que otra persona lo disfrute.
Piensa en el reciclaje como un truco de magia. Tienes una hoja de papel en la que has garabateado. En lugar de arrugarla y tirarla a la basura, puedes ponerla en un contenedor de reciclaje especial. Luego, va a una fábrica de papel, donde se convierte en papel nuevo, listo para que alguien más lo use para dibujar. ¡Es como convertir algo viejo en algo completamente nuevo!
El reciclaje también es como jugar con bloques de construcción. Cuando terminas de jugar y quieres construir algo diferente, no tiras los bloques. Los desmontas y los usas para crear un nuevo castillo o un coche de carreras. El reciclaje funciona de la misma manera, ayudando a hacer cosas nuevas a partir de materiales viejos.