Un recibo es como una pequeña nota de agradecimiento de una tienda. Cuando compras algo, la tienda te da un papel o tal vez lo envía a tu teléfono. Este papel dice: ‘¡Gracias por comprar esto!’ Enumera todas las cosas que compraste, como si compraste un juguete y algunos dulces. Es una forma de recordar lo que compraste y cuánto costó cada cosa.
Piensa en un recibo como un mapa del tesoro. Te muestra a dónde fue tu dinero. Si alguna vez te preguntas: ‘¿A dónde se fue mi dinero?’, puedes mirar el recibo y ver. ¡Es como descubrir a dónde viajaron todas tus monedas y billetes!
Un recibo también es un poco como un boletín de calificaciones para las compras. Te dice cuánto gastaste, al igual que un boletín de calificaciones te dice cuánto aprendiste. Si deseas devolver algo, como si tu juguete está roto, necesitas este boletín para mostrarle a la tienda lo que compraste.
Por último, un recibo es como una entrada de diario para tu viaje de compras. Escribe la historia de lo que compraste y cuándo lo compraste. De esta manera, siempre puedes recordar tu pequeña aventura en la tienda.