Cuando hablamos de algo real, significa que es algo que puedes ver, tocar o sentir. Piensa en tu oso de peluche favorito. Puedes abrazarlo, sentir su suave pelaje y ver su cara adorable. Ese oso de peluche es real porque está contigo. Ahora, imagina un oso de peluche en tu mente. Puedes imaginarlo, pero no puedes tocarlo ni abrazarlo. Ese oso de peluche no es real, solo está en tu imaginación.
Imagina que estás jugando afuera y ves una gran nube esponjosa. Puedes señalarla y decir: ‘¡Mira! ¡Una nube!’ Esa nube es real porque puedes verla en el cielo. Pero si cierras los ojos y piensas en una nube con forma de dragón, eso no es real. Es un pensamiento divertido, pero no puedes verlo en el cielo.
Piensa en el sol brillando en tu cara. Puedes sentir su calor y ver su luz brillante. El sol es real porque te afecta directamente. Pero si piensas en un sol hecho de caramelos, eso no es real. No puedes sentir su calor ni verlo en el cielo, pero puede ser una idea divertida en tu cabeza.