Leer es como una aventura mágica donde tus ojos son los exploradores. Cuando lees, tus ojos miran las letras y palabras en una página, como pequeñas piezas de rompecabezas. Tu cerebro junta estas piezas para formar una imagen o una historia en tu mente. Es como cuando juegas con bloques de construcción, apilándolos uno por uno hasta tener un castillo o una nave espacial. Cada palabra que lees es como un bloque que ayuda a construir un nuevo mundo en tu imaginación.

Piensa en leer como escuchar una canción, pero en lugar de usar tus oídos, usas tus ojos. Cada palabra es como una nota musical. Cuando las juntas, crean una melodía en tu cabeza. Esta melodía te cuenta historias sobre caballeros valientes, animales divertidos, o incluso viajes a la luna. Así como puedes bailar con la música, tu mente puede bailar con las historias que lees.

Leer también puede ser como una búsqueda del tesoro. Las palabras son pistas, y tu cerebro es el mapa del tesoro. Al leer cada palabra, descubres cosas e ideas nuevas. A veces encuentras chistes divertidos, otras veces aprendes algo nuevo, como cómo vivían los dinosaurios o por qué el cielo es azul. Cada libro es un cofre del tesoro lleno de sorpresas esperando a que las encuentres.