Piensa en tasa como una forma de entender qué tan rápido o lento sucede algo. Imagina que estás mirando un reloj. La tasa es como qué tan rápido se mueven las manecillas del reloj. Si las manecillas se mueven rápido, el tiempo pasa rápido. Si se mueven despacio, el tiempo pasa despacio.

Otra forma de ver la tasa es pensando en una carrera. Cuando corres, tu tasa es qué tan rápido se mueven tus piernas. Si corres rápido, tu tasa es alta. Si caminas despacio, tu tasa es baja.

También puedes pensar en la tasa como verter agua de una botella. Si viertes rápido, el agua sale rápido y la botella se vacía rápido. Si viertes despacio, el agua gotea y la botella se vacía despacio.

Por último, imagina comer helado. Si comes rápido, tu helado desaparece rápido. Esa es una tasa alta. Si comes despacio, puedes disfrutarlo más tiempo. Esa es una tasa baja. Así que, la tasa nos ayuda a entender qué tan rápido o lento suceden las cosas.