La ira es como cuando eres un volcán y sientes toda la lava caliente y burbujeante dentro de ti. Esta lava es tu enojo y frustración. Cuando un volcán se llena demasiado de lava, entra en erupción y se derrama por todas partes. La ira es cuando tus sentimientos son tan grandes que explotan, como la lava. Está bien sentirse así a veces, pero es importante encontrar formas de calmarse, como respirar profundamente o hablar con alguien.
La ira también puede ser como un mar tormentoso. Imagina que las olas son tus sentimientos. Cuando estás calmado, el mar es tranquilo. Pero cuando estás lleno de ira, las olas se vuelven enormes y se estrellan por todas partes. Es difícil pensar o hacer otra cosa cuando las olas son tan grandes. Es importante encontrar una manera de calmar el mar nuevamente, como escuchar música o dibujar.
Piensa en un globo que se llena de aire. Cuanto más aire soplas, más grande se vuelve hasta que explota. La ira es como cuando el globo está a punto de explotar porque está demasiado lleno. Dejar salir un poco de aire lentamente, como hablar sobre lo que te molesta, puede evitar que explote.