castigo
Cuando alguien hace algo mal o no agradable, como romper una regla o lastimar a alguien, podría recibir un castigo. Piensa en cuando derramas tu leche y tienes que limpiarla. La limpieza es el castigo porque te ayuda a aprender a ser más cuidadoso la próxima vez. El castigo es una manera de ayudar a las personas a entender que lo que hicieron no estuvo bien y a tratar de no hacerlo de nuevo.
Piensa en un jardín con flores. Si una flor comienza a crecer en la dirección incorrecta, un jardinero podría atarla suavemente a un palo para ayudarla a crecer recta. El palo es como un castigo, guiando a la flor a crecer en la dirección correcta. Los castigos están destinados a ayudar a las personas a crecer y aprender de sus errores.
Considera un juego donde todos deben seguir las reglas. Si alguien hace trampa, podría tener que perderse un turno. Perder un turno es un castigo. Es como un tiempo fuera para pensar por qué es importante seguir las reglas. Los castigos no son para ser malos, sino para enseñar lecciones para que todos puedan jugar juntos felizmente.