La protección es como tener una gran manta acogedora que te mantiene caliente y seguro cuando hace frío afuera. Así como la manta se asegura de que no tengas frío, la protección se asegura de que nada malo te suceda. Podría ser tus padres asegurándose de que uses el cinturón de seguridad en el coche o tu casco cuando montas en bicicleta.
Otra forma de pensar en la protección es como estar dentro de un fuerte hecho de almohadas. El fuerte te protege de cualquier cosa afuera, como si alguien estuviera lanzando pelotas suaves o si solo quieres esconderte un poco. La protección es como las paredes del fuerte, manteniéndote cómodo y seguro.
La protección también puede ser como un impermeable cuando está lloviendo. El impermeable te mantiene seco para que puedas saltar en charcos y divertirte sin empaparte. Al igual que el impermeable, la protección te ayuda a hacer las cosas que disfrutas mientras te asegura que no te lastimes o te sientas incómodo. Así que, la protección se trata de mantenerte seguro y feliz, al igual que tu manta favorita, fuerte o impermeable!