Piensa en los productos frescos como el arco iris colorido que ves en la tienda. Son todas las frutas y verduras frescas como manzanas, zanahorias y lechuga que te ayudan a crecer fuerte y saludable. Al igual que un arco iris tiene muchos colores, los productos frescos vienen en muchas formas y tamaños, cada uno con su propio sabor y beneficios.
Imagina un jardín donde ocurre la magia. A partir de pequeñas semillas, las plantas crecen y nos dan cosas deliciosas para comer. El sol, el agua y el suelo trabajan juntos como un equipo para ayudar a estas plantas a crecer. Cuando están listas, las recogemos y se convierten en los productos frescos que vemos en las tiendas. Es como un regalo de la naturaleza, lleno de nutrientes y sabores.
Piensa en los productos frescos como los bloques de construcción para un cuerpo saludable. Al igual que usas bloques para construir una torre, comes frutas y verduras para construir un cuerpo fuerte. Cada producto tiene vitaminas y minerales especiales que ayudan a diferentes partes de tu cuerpo, como tus ojos, piel y huesos, a funcionar bien. Comer una variedad de productos frescos es como usar diferentes bloques para hacer tu torre aún más alta y fuerte.