Un problema es como un rompecabezas al que le falta una pieza. Imagina que tienes una imagen que quieres completar, pero una pieza se ha perdido. Necesitas encontrar esa pieza faltante para que la imagen esté completa. A veces, encontrar la pieza es fácil, como cuando está debajo del sofá. Otras veces, es difícil, como cuando está escondida en una gran caja de juguetes.
Otra forma de pensar en un problema es como un obstáculo en un camino. Estás caminando por un camino, y luego hay una gran roca en el camino. No puedes seguir hasta que descubras cómo mover la roca o encontrar una forma de rodearla. Tal vez necesites la ayuda de un amigo para empujarla, o tal vez necesites encontrar otro camino.
Un problema también puede ser como un nudo en un cordón de zapato. Quieres atarte los zapatos, pero hay un nudo que te detiene. Tienes que desenredar el nudo con cuidado para poder atarte los zapatos y empezar a correr de nuevo. A veces, necesitas ser paciente y pensar en la mejor manera de desenredarlo.