Cuando algo es privado, es como tener un secreto especial que solo tú o unas pocas personas conocen. Imagina que tienes una caja especial donde guardas tus juguetes o dulces favoritos. No quieres que todos los vean o los toquen, ¿verdad? Eso es porque son privados para ti, y compartirlos es una decisión que tomas.
Piensa en tu dormitorio como un espacio privado. Es un lugar donde puedes ser tú mismo, jugar o pensar sin que nadie te moleste. A veces puedes dejar que tus amigos entren, pero es tu decisión quién puede entrar y ver tus cosas geniales.
Otra forma de entender privado es como tener un diario. Cuando escribes tus pensamientos y sentimientos en él, no quieres que nadie más lo lea a menos que digas que está bien. Esas palabras son privadas porque te pertenecen y son especiales.
Ser privado también es como tener una contraseña para tu juego favorito. Solo tú la conoces, y mantiene tu juego seguro para que nadie más pueda jugarlo sin tu permiso. Las cosas privadas son especiales porque son tuyas para mantener seguras o compartir cuando quieras.