Piensa en la prioridad como una lista especial donde algunas cosas son más importantes que otras. Imagina que tienes un plato lleno de galletas, pero solo puedes comer una. La que eliges primero es tu prioridad porque es la que más deseas o necesitas en ese momento. A veces, las prioridades cambian, como si tienes una galleta de chispas de chocolate y una de azúcar, y hoy tienes ganas de chocolate.
Otra forma de pensar en la prioridad es como una carrera. Cuando tienes una carrera, la persona que corre más rápido obtiene el primer lugar. En la vida, tus tareas o cosas que necesitas hacer son como corredores en una carrera. La que es más importante o necesita hacerse primero es la que obtiene el primer lugar, o se convierte en tu prioridad.
Imagina que tienes una mochila y solo puedes poner algunos juguetes en ella. Tienes que decidir qué juguetes son los más importantes para llevar contigo. Los juguetes que eliges son tus prioridades porque son los que más quieres jugar o necesitas para tu viaje.