cortés
Ser cortés es como ser un superhéroe de la amabilidad. Imagina que tienes una capa mágica que hace que todos se sientan felices y respetados cuando dices ‘por favor’ y ‘gracias’. Cuando eres cortés, estás usando tus palabras mágicas para hacer del mundo un lugar mejor.
Piensa en ser cortés como tener un par de gafas especiales que te ayudan a ver cómo se sienten los demás. Cuando usas estas gafas, puedes notar si alguien necesita ayuda o si está triste. Al ser cortés, muestras que te importan, como compartir tus juguetes o escuchar sus historias.
Ser cortés también es como una sonrisa que puedes compartir con todos. Así como una sonrisa puede hacer que alguien se sienta cálido por dentro, las palabras y acciones corteses pueden hacer que las personas se sientan bien. Cuando eres cortés, es como dar un gran abrazo con tus palabras, haciendo que los demás se sientan especiales y amados.
La cortesía es como un puente que te conecta con los demás. Te ayuda a hacer amigos y mantiene a todos felices. Cuando eres cortés, estás construyendo conexiones fuertes, como hacer un puente fuerte por el que todos pueden caminar con seguridad.