Un plan es como hacer un mapa para una aventura divertida. Antes de comenzar, piensas a dónde quieres ir y cómo llegarás allí. Puedes dibujar un camino con crayones, mostrando todos los lugares que visitarás, como un parque o una tienda de dulces. De esta manera, sabes exactamente qué hacer y puedes estar seguro de pasar un buen rato sin perderte.
Otra forma de ver un plan es como tener una receta para hornear galletas. Necesitas saber qué ingredientes usar y cuánto de cada uno. Sigues los pasos uno por uno, como mezclar la harina y el azúcar, para asegurarte de que tus galletas salgan deliciosas. Sin un plan, podrías olvidar algo importante, como las chispas de chocolate.
Un plan también puede ser como un rompecabezas. Tienes todas estas piezas y necesitas averiguar cómo encajan para ver la imagen completa. Pensando con anticipación y decidiendo dónde va cada pieza, puedes terminar tu rompecabezas más rápido y disfrutar de la hermosa imagen que has creado.