Plagiar es como copiar el dibujo de otra persona y decir que lo hiciste tú. Imagina que un amigo dibujó un hermoso arcoíris con crayones, y tú tomaste ese dibujo y le dijiste a todos que era tuyo. Eso no sería justo, ¿verdad? Es importante mostrar a los demás lo que puedes hacer por ti mismo.
Otra forma de pensar en el plagio es como hornear galletas. Si tomas galletas de un amigo y finges que las horneaste, no estás mostrando tus propias habilidades para hornear. Es mucho mejor hornear tus propias galletas, incluso si son un poco diferentes. ¡Tus galletas muestran lo que te hace especial!
Piensa en plagiar como pedir prestado un juguete a un amigo pero nunca devolverlo. Cuando pides prestado algo, siempre debes devolverlo y dar las gracias. Si lo mantienes sin preguntar, no es agradable y puede hacer que tu amigo se sienta triste. Al igual que los juguetes, las ideas y los dibujos pertenecen a la persona que los creó, y siempre debemos ser honestos sobre de dónde vinieron.
Plagiar es como ponerse un disfraz de superhéroe y fingir que tienes superpoderes cuando no los tienes. Es divertido disfrazarse, pero es importante ser tú mismo y mostrar lo que realmente puedes hacer sin pretender ser otra persona.