Una plaga es como un juguete que sigue haciendo ruido, incluso cuando quieres que esté en silencio. Es algo que te molesta o hace que las cosas sean más difíciles para ti. Al igual que un juguete puede ser molesto cuando quieres tranquilidad, las plagas son pequeñas criaturas como insectos o ratones que pueden ser molestas porque se meten en lugares donde no deberían estar.
Piensa en una plaga como un invitado que viene a tu casa pero no sigue ninguna de las reglas. Podrían comerse todas tus galletas sin preguntar o derramar jugo en tu libro favorito. Las plagas, como las hormigas o las moscas, entran en nuestras casas y jardines sin pedir permiso. Pueden hacer un desastre o incluso comer plantas y alimentos que queremos mantener bonitos y seguros.
Imagina una plaga como un pequeño pirata buscando tesoros en tu cocina. Se escabullen, buscando migas o dulces para llevarse. Al igual que los piratas, las plagas no se preocupan por las reglas y pueden hacer que las cosas se ensucien o desordenen. Son pequeños aventureros, ¡pero no del tipo que queremos tener cerca todo el tiempo!