Cuando piensas en la palabra persistir, imagina que eres una pequeña semilla en el suelo. Toma mucho tiempo y esfuerzo crecer hasta convertirse en un árbol grande y fuerte. Debes empujar a través del suelo, alcanzar el sol y seguir creciendo incluso cuando llueve o hace viento. Persistir significa que no te rindes, incluso cuando las cosas son difíciles.
Piensa en un pequeño tren tratando de subir una colina empinada. El tren sigue diciendo, “Creo que puedo, creo que puedo,” y lentamente, llega a la cima. Eso es persistir. Es como creer en ti mismo y hacer lo mejor que puedas, sin importar cuán difícil sea el viaje.
Considera un cachorro aprendiendo a buscar una pelota. Al principio, el cachorro podría no entender, pero sigue intentándolo. Cada vez mejora un poco, hasta que un día, busca la pelota perfectamente. Persistir significa seguir intentándolo, incluso si no lo logras a la primera.
Imagina que dibujas un cuadro. Puede que no lo hagas bien en el primer intento, pero si sigues dibujando y practicando, tu dibujo mejorará cada vez más. Eso es lo que significa persistir—seguir adelante e intentarlo hasta que tengas éxito.