El permiso es como una llave mágica que te permite hacer ciertas cosas. Imagina que quieres entrar a una habitación llena de juguetes, pero la puerta está cerrada. Necesitas una llave especial para abrirla. Cuando alguien te da permiso, es como si te dieran esa llave, diciendo: ‘Sí, puedes entrar y jugar.’ Sin la llave, tienes que esperar hasta que alguien diga que está bien.
Piensa en el permiso como una luz verde en un juego. Cuando juegas un juego, hay momentos en los que debes detenerte y momentos en los que puedes avanzar. Una luz verde significa ‘¡Adelante!’ y una luz roja significa ‘¡Detente!’ Cuando alguien te da permiso, es como si te mostraran una luz verde, diciendo: ‘Puedes hacer esto ahora.’ Si no tienes permiso, es como una luz roja, y necesitas esperar.
El permiso también es como un boleto para un espectáculo divertido. Necesitas un boleto para entrar y ver todas las cosas emocionantes. Cuando recibes permiso, es como recibir un boleto que te permite unirte a la diversión. Sin él, tienes que esperar afuera hasta que tengas un boleto.