pasivo
Imagina una hoja flotando suavemente en un río tranquilo. No nada ni rema; simplemente deja que el agua la lleve donde el río fluya. Esto es lo que significa ser pasivo—seguir las cosas sin intentar cambiarlas.
Ahora piensa en una nube en el cielo. Se desplaza y se mueve debido al viento. La nube no decide a dónde ir; permite que el viento la empuje. Esta es otra forma de entender ser pasivo.
Imagina un osito de peluche sentado en una estantería. No se mueve ni hace nada por sí solo. Simplemente se queda allí, esperando que alguien venga a jugar con él. Esto es como ser pasivo—esperar a que las cosas te sucedan.
Considera una marioneta con cuerdas. No baila ni camina por sí misma; necesita que alguien tire de sus cuerdas. Cuando simplemente cuelga allí sin moverse, eso es ser pasivo.
Finalmente, una roca en el suelo no rueda ni salta. Permanece quieta a menos que algo la empuje. Esto también es lo que significa ser pasivo—permanecer quieto y no actuar por ti mismo.