La pasión es como tener un juguete favorito súper especial con el que nunca te cansas de jugar. Cada vez que lo ves, tus ojos se iluminan y te sientes muy feliz. Es esa sensación cuando estás tan emocionado de hacer algo que no puedes dejar de sonreír.
Imagina un enorme galleta que nunca se acaba. Cada bocado te hace querer más porque es tan deliciosa. Eso es lo que se siente la pasión: es algo que amas tanto que quieres seguir haciéndolo una y otra vez.
Piensa en tu libro de cuentos favorito. Conoces a todos los personajes y lo que va a pasar a continuación, pero todavía te encanta leerlo cada noche. La pasión es como ese libro; lo conoces tan bien, pero siempre te hace sentir bien por dentro.
La pasión también es como un fuego en tu corazón. Te mantiene caliente y te hace querer hacer cosas, como dibujar, jugar o bailar. Incluso si estás cansado, el fuego te ayuda a seguir adelante porque amas tanto lo que estás haciendo.