Piensa en una partícula como un pequeño bloque de construcción, como la pieza más pequeña de un conjunto de LEGO. Así como una pieza de LEGO te ayuda a construir un castillo, las partículas ayudan a formar todo lo que nos rodea, como tus juguetes, la silla en la que te sientas e incluso el aire que respiras. Son tan pequeñas que no puedes verlas con tus ojos, pero están allí, formando todo en el mundo.
Imagina las partículas como pequeños puntos en una pintura. Cuando miras de cerca una pintura, ves muchos pequeños puntos de color. Cada punto es importante porque juntos crean una imagen hermosa. De la misma manera, las partículas se juntan para formar todas las cosas que ves y tocas.
Piensa en las partículas como pequeñas piezas de un rompecabezas. Cada pieza puede no parecer mucho por sí sola, pero cuando las juntas todas, forman una imagen completa. Las partículas funcionan de la misma manera al unirse para crear cosas más grandes, como un rompecabezas formando una imagen de un día soleado.