El papel es como una alfombra mágica para tus pensamientos e ideas. Comienza como una hoja blanca, como un campo de nieve fresca. Cuando dibujas o escribes en él, estás agregando colores y formas, haciéndolo cobrar vida con tu imaginación. Es como contar una historia sin hablar, dejando que tus dibujos y palabras bailen en la superficie.
Piensa en el papel como un mapa del tesoro. Puedes dibujar líneas e imágenes para mostrar dónde están escondidos tus tesoros imaginarios. Cuando alguien más mira tu papel, también puede seguir las líneas y encontrar el tesoro en su mente. Es una forma de compartir tus mundos secretos con los demás.
El papel también puede ser un espejo mágico. Cuando lo miras, puedes ver tus propias ideas y sueños reflejados. Puedes cambiarlos y darles forma, mejorándolos cada vez que dibujas o escribes. Te ayuda a ver cómo tus pensamientos crecen y cambian, al igual que creces y te haces más fuerte cada día.