Cuando te sientes abrumado, es como cuando tienes una gran pila de juguetes para limpiar, pero parece demasiado y no sabes por dónde empezar. Tu cerebro se siente como si estuviera haciendo malabares con demasiadas pelotas a la vez, y eso te hace sentir cansado o un poco preocupado. Está bien sentirse así a veces, y pedir ayuda puede mejorar la situación.

Piensa en tu helado favorito, y de repente comienza a derretirse muy rápido. Quieres comértelo todo, pero se está derritiendo por todas partes y no puedes atrapar todas las gotas. Eso es como estar abrumado. Quieres hacer todo, pero sientes que está pasando demasiado a la vez.

Otra forma de pensarlo es como estar en una habitación con demasiados globos. Intentas sostenerlos todos, pero algunos empiezan a flotar. Es difícil seguir el ritmo, y puede sentirse un poco caótico. Recuerda, está bien dejar ir algunos globos o pedirle a alguien que te ayude a sostenerlos. Esto ayuda a que todo se sienta un poco más fácil.