horno
Un horno es como una caja mágica en la cocina. Cuando pones comida adentro y cierras la puerta, se calienta mucho, como cuando usas una manta acogedora. Este calor ayuda a cocinar la comida, haciéndola suave y deliciosa, como cuando el sol derrite el helado. El horno tiene botones o perillas que puedes girar para elegir qué tan caliente debe estar, como elegir qué tan rápido quieres andar en bicicleta.
Piensa en un horno como una casa pequeña para tu comida. Dentro, tiene una luz especial que se enciende, para que la comida no tenga miedo de la oscuridad. El calor del horno es como un abrazo suave para la comida, haciéndola saber aún mejor. A veces, escuchas un pequeño pitido cuando la comida está lista, como un recordatorio amistoso de un reloj que te dice que es hora de comer.
Un horno también es como un superhéroe para los panaderos. Ayuda a que las galletas, pasteles y panes se vuelvan grandes y esponjosos, como cuando soplas aire en un globo. Sin el horno, la masa quedaría plana y triste, pero con él, todo resulta delicioso y divertido!