Pensemos en una caja. La parte ‘exterior’ de la caja es todo lo que puedes ver y tocar cuando la miras desde afuera. Es como la piel de la caja. La parte exterior protege lo que está adentro, al igual que tu piel te protege.
Ahora, imagina una chaqueta. Cuando usas una chaqueta, la parte exterior es lo que todos ven. Te mantiene caliente y te protege del viento y la lluvia. La capa exterior es como un escudo que mantiene el interior acogedor y seco.
Piensa en una casa. La parte exterior de una casa son las paredes, el techo y las ventanas. Esta parte exterior mantiene fuera la lluvia, la nieve y el aire frío, para que las personas dentro puedan estar cómodas. Es como un gran abrazo que mantiene todo seguro adentro.
Imagina una naranja. La parte exterior es la cáscara. La cáscara protege la fruta jugosa dentro. Tienes que pasar por la cáscara exterior para llegar a la parte dulce que puedes comer. La parte exterior es como un envoltorio que mantiene la fruta fresca.