La orientación es como tener un mapa en tu mente. Cuando vas a un lugar nuevo, como una escuela grande o un parque infantil, necesitas saber dónde están las cosas. La orientación te ayuda a descubrir dónde están las aulas, los baños y las zonas de juego, al igual que un mapa te muestra a dónde ir. Te ayuda a no perderte y a sentirte más cómodo.
Piensa en la orientación como una búsqueda del tesoro. Tienes pistas y direcciones para encontrar el tesoro, que es conocer tu camino. Podrías seguir señales o escuchar a un maestro que te muestra lugares importantes. Cada pista que encuentras te ayuda a conocer más sobre tu entorno, haciendo más fácil encontrar tus lugares favoritos, como los columpios o la biblioteca.
La orientación también es como aprender un nuevo baile. Al principio, los pasos pueden parecer difíciles, pero con práctica, los recuerdas y puedes bailar sin pensar. Al igual que aprender los pasos, la orientación te ayuda a recordar dónde está todo, para que puedas moverte fácilmente y con confianza, haciendo que los lugares nuevos se sientan como en casa.