ordinario
Piensa en ordinario como el color del cielo la mayoría de los días. No es demasiado brillante como un arcoíris ni demasiado oscuro como la noche; es solo un azul tranquilo y pacífico. Ordinario es como tus zapatos cómodos favoritos. No son brillantes ni nuevos, pero te hacen sentir bien porque los usas todos los días.
Imagina un tazón de cereal que tienes para el desayuno. No es un pastel especial o una comida elegante, pero llena tu barriga y comienza tu día. Eso es ordinario, algo simple y familiar.
Imagina tu libro de cuentos favorito. Podrías leerlo todas las noches. No es una nueva aventura cada vez, pero se siente acogedor y seguro porque sabes lo que sucede después. Ordinario es como esa historia, algo que conoces y amas.
Ordinario es como el canto de los pájaros por la mañana. No es ruidoso como los fuegos artificiales, pero te hace sonreír porque es un sonido que escuchas a menudo. Es algo que esperas y disfrutas cada día.