Una opción es como un boleto especial que te permite decidir si quieres hacer algo más tarde. Imagina que tienes un boleto para una tienda de dulces. Puedes elegir usar el boleto para obtener dulces, o puedes decidir no usarlo en absoluto. ¡Lo importante es que puedes elegir!
Piensa en una opción como una llave mágica. Esta llave abre una puerta a una aventura divertida o un nuevo juego. Puedes guardar la llave y decidir cuándo quieres abrir la puerta. Si no te apetece ir de aventura hoy, puedes guardar la llave para otro día.
Las opciones también son como un menú en un restaurante. Tienes la opción de elegir tu comida o postre favorito. Puedes mirar todo en el menú y decidir qué quieres comer. Si no ves nada que te guste, no tienes que elegir nada. ¡Todo se trata de tener la libertad de elegir lo que te hace feliz!