Cuando abres algo, es como mover una puerta para que puedas ver lo que hay dentro de la habitación. Piensa en una caja con una tapa. Cuando la tapa está cerrada, no puedes ver ni tocar los juguetes dentro. Pero cuando abres la tapa, la caja está lista para compartir sus tesoros.
Piensa en tu libro favorito. Cuando está cerrado, las páginas están todas juntas, ocultando la historia. Abrir el libro te permite ver las imágenes y leer las palabras, dando vida a la historia.
Abrir también puede ser como una flor que florece. Cuando una flor se abre, sus pétalos se extienden para mostrar sus hermosos colores y dejar que todos vean lo hermosa que es.
Otro ejemplo es abrir tus brazos para dar un gran abrazo. Tus brazos están cerrados cuando están a tus lados, pero cuando los abres, puedes rodear a alguien para mostrar que te importa.
Entonces, abrir se trata de hacer que las cosas estén listas para usar, ver o compartir, ya sea un libro, una caja, una flor o incluso tus brazos.