obligación
Piensa en una obligación como una promesa que haces a alguien. Cuando dices que harás algo, como recoger tus juguetes después de jugar, tienes la obligación de hacerlo. Es como tener un hilo invisible atado a ti, recordándote lo que prometiste hacer. Este hilo te ayuda a recordar tu responsabilidad y asegura que no olvides lo que dijiste que harías.
Imagina que tienes un cuadro de tareas en casa. Cada tarea es como una pequeña semilla que necesitas regar. Si riegas la semilla, se convierte en una hermosa flor. Del mismo modo, cuando cumples con tus obligaciones, como alimentar a tu mascota o ayudar a poner la mesa, ayudas a que las cosas funcionen sin problemas y haces felices a los demás. Es como ser un superhéroe que ayuda a mantener todo en equilibrio.
Imagina un juego donde todos tienen un papel que desempeñar. Si eres el portero en el fútbol, tu obligación es detener el balón para que no entre en la red. Todos cuentan contigo para hacer tu parte. Las obligaciones son como las reglas del juego que todos siguen para asegurarse de que el juego sea divertido y justo para todos.