El norte es como la parte superior de un mapa. Imagina un mapa como un pedazo de papel con dibujos de lugares. Cuando lo sostienes, la parte superior suele ser el norte. Es como tener una gran flecha apuntando hacia arriba, diciendo, ‘¡Por aquí es el norte!’
Piensa en el norte como la dirección de donde vienen el frío y la nieve. Cuando ves un copo de nieve, podría haber viajado desde el norte porque muchos lugares fríos, como el Polo Norte, están en esa dirección.
¿Sabes cómo el sol sale por la mañana y se pone por la tarde? El norte no es donde el sol sale o se pone. Está en un lugar diferente, como un rincón secreto donde el sol no visita mucho.
Imagina que eres una brújula. Una brújula es una herramienta que siempre apunta al norte. Es como tener un amigo mágico que siempre sabe el camino, incluso sino lo sabes. Así que, cuando escuchas ‘norte’, piensa en la parte superior del mapa, lugares fríos, y la dirección que apuntaría tu amigo brújula.