Negligencia es como cuando tienes un juguete que te gusta mucho, pero lo dejas afuera bajo la lluvia y te olvidas de él. El juguete se siente triste porque no está siendo jugado o cuidado, y podría incluso empezar a romperse o oxidarse. Cuando descuidamos algo, no le damos la atención o el cuidado que necesita, y puede dañarse o no funcionar tan bien como debería.
Piensa en una planta que necesita agua y luz solar para crecer. Si olvidas regarla o la pones en un lugar oscuro, la planta podría marchitarse y perder su color. Esto es lo que pasa cuando descuidamos la planta. Necesita nuestra ayuda para mantenerse saludable, al igual que nosotros necesitamos abrazos y amor para sentirnos felices.
Piensa en un amigo que quiere jugar contigo. Si siempre te olvidas de invitarlo a jugar o no escuchas cuando habla, podría sentirse solo o triste. Esto es un poco como descuidar a un amigo. Los amigos necesitan que estemos allí para ellos, al igual que nosotros necesitamos que ellos estén allí para nosotros. Ser amable y prestar atención ayuda a que todos se sientan bien.