El cuello es como un tronco de árbol fuerte que ayuda a sostener las ramas del árbol, que son como tu cabeza. Así como el tronco sostiene el árbol y lo ayuda a mantenerse erguido, tu cuello mantiene tu cabeza en su lugar y le permite moverse. Te permite asentir con la cabeza hacia arriba y hacia abajo como cuando dices ‘sí’, o moverla de lado a lado como cuando dices ‘no’.
Piensa en el cuello como una autopista concurrida por donde viajan muchas cosas importantes. Dentro, hay caminos para que el aire llegue a tus pulmones y puedas respirar, y caminos para que la comida llegue a tu barriga cuando tragas. También hay cables especiales, llamados nervios, que envían mensajes desde tu cerebro al resto de tu cuerpo, diciéndole qué hacer.
El cuello también es como el cinturón de un superhéroe, lleno de herramientas importantes. Contiene la caja de voz, que te permite hablar y cantar, y tiene glándulas que ayudan a combatir los gérmenes para mantenerte saludable. Entonces, el cuello no es solo un conector, sino una parte poderosa de tu cuerpo que te ayuda a hacer muchas cosas.