Los hongos son como pequeños paraguas que salen del suelo. Vienen en muchos colores y formas diferentes, como los crayones en tu caja de crayones. Algunos hongos son pequeños y redondos como un botón, mientras que otros son altos y delgados como un lápiz. Les encanta crecer en lugares frescos y húmedos, como debajo de los árboles o en tu jardín después de la lluvia.

Piensa en los hongos como el equipo de limpieza del bosque. Ayudan a descomponer las hojas y plantas viejas, convirtiéndolas en alimento para el suelo. Esto es como cuando ayudas a recoger tus juguetes, haciendo que la habitación esté limpia y lista para el próximo tiempo de juego. Los hongos tienen un trabajo especial en la naturaleza, asegurándose de que todo se mantenga sano y feliz.

Imagina los hongos como pequeñas casas para hadas e insectos. Proporcionan un lugar acogedor para que las pequeñas criaturas se escondan y descansen. Al igual que cuando construyes un fuerte con almohadas, los hongos ofrecen un lugar seguro para los amigos más pequeños de la naturaleza. Son una parte importante de la familia del bosque, ayudando a que todo funcione en armonía.