La boca es como una puerta especial en tu cara. Esta puerta se abre y se cierra cuando comes comida deliciosa o hablas con tus amigos. Dentro de esta puerta, tienes tus dientes, que son como pequeños y fuertes guardianes que te ayudan a masticar la comida en trozos más pequeños. Tu lengua también está allí, actuando como un tobogán resbaladizo, ayudándote a saborear tu comida y moverla.

Piensa en la boca como un instrumento musical. Cuando hablas, tu boca produce sonidos, al igual que una trompeta o una flauta. Tus labios, lengua y dientes trabajan juntos para crear diferentes sonidos y palabras, permitiéndote cantar, reír y contar historias.

La boca también es como un pincel mágico. Te ayuda a mostrar tus sentimientos. Cuando estás feliz, tu boca se convierte en una gran sonrisa brillante. Si estás triste, puede convertirse en una mueca. Así que la boca te ayuda a expresar lo que sientes, al igual que un pincel ayuda a un artista a mostrar sus emociones en un lienzo.