La motivación es como un pequeño motor dentro de ti que te ayuda a hacer cosas. Imagina que tienes un pequeño coche brillante, y este coche necesita un tipo especial de combustible para funcionar. Este combustible especial se llama motivación. Cuando tienes mucha motivación, tu coche puede moverse por todos lados y hacer todas las cosas divertidas que quieres, como jugar juegos o dibujar. Pero a veces, el coche puede quedarse sin combustible, y entonces no quiere moverse mucho. Es entonces cuando necesitas encontrar más motivación para que vuelva a funcionar.
Piensa en la motivación como un animador amigable en tu cabeza. Este animador siempre está ahí, diciendo: “¡Tú puedes hacerlo!” Cuando quieres intentar algo nuevo, como aprender a andar en bicicleta o leer un libro, el animador te ayuda a sentirte emocionado y listo. Incluso si las cosas se ponen difíciles, este animador sigue animándote para que no te rindas.
La motivación también puede ser como un mapa del tesoro. Cuando tienes un objetivo, como construir una torre alta con bloques, el mapa te muestra el camino para llegar allí. Cada paso en el mapa es un poco de motivación que te ayuda a alcanzar tu tesoro, que es terminar tu torre. La motivación te ayuda a seguir adelante, incluso si toma tiempo.