Piensa en la moral como las reglas de un juego. Cuando juegas un juego, hay reglas que te dicen lo que debes y no debes hacer. Estas reglas ayudan a que todos se diviertan y jueguen de manera justa. En la vida, las morales son como esas reglas. Nos ayudan a saber qué es correcto y qué es incorrecto. Es como tener una guía que nos dice cómo ser amables y útiles con los demás.
Imagina que tienes una brújula. Una brújula te ayuda a encontrar tu camino cuando estás perdido. Las morales son como una brújula para nuestras acciones. Nos ayudan a decidir qué camino tomar cuando tenemos que hacer una elección. Si no estás seguro de si debes compartir tu juguete, tu brújula moral podría decirte que compartir es lo correcto.
Piensa en las morales como un jardín. En un jardín, plantas semillas y las cuidas para que crezcan flores hermosas. Las morales son las semillas del buen comportamiento. Cuando actúas amablemente y tomas buenas decisiones, estás regando tu jardín, ayudándolo a crecer en algo hermoso. Esto te hace feliz a ti y a todos los que te rodean.