Piensa en tu ánimo como el clima dentro de ti. A veces, es soleado y brillante, y te sientes feliz y emocionado. Otras veces, puede estar nublado o lluvioso, y te sientes un poco triste o gruñón. Al igual que el clima cambia afuera, tu ánimo también puede cambiar, ¡y eso está bien!
Imagina tu ánimo como un globo colorido que flota sobre tu cabeza. Cuando te sientes bien, el globo está lleno y colorido, rebotando de alegría. Pero cuando estás molesto o cansado, el globo puede parecer un poco desinflado o apagado. Recuerda, siempre puedes llenarlo de nuevo con cosas que te hagan sonreír, como jugar con amigos o abrazar tu juguete favorito.
Tu ánimo también puede ser como una radio que toca música dentro de ti. A veces la música es rápida y alegre, haciéndote querer bailar. Otras veces, la música es lenta y tranquila, haciéndote sentir calmado o somnoliento. Puedes cambiar la estación haciendo cosas que amas o hablando con alguien que te haga sentir mejor. Es importante saber que todos tienen diferentes ánimos, y pueden cambiar, al igual que las canciones en la radio.