Un monstruo es como una gran criatura de fantasía que a veces puede ser un poco aterradora, pero también divertida. Imagina un gran oso de peluche que cobra vida, pero con grandes dientes y quizás algunos colores divertidos. Los monstruos pueden ser amigables o traviesos, como cuando tus juguetes parecen moverse solos.

Piensa en un monstruo como una marioneta de sombras en la pared. Cuando apagas las luces y usas una linterna, puedes hacer que la sombra se vea grande y divertida. A veces, las sombras pueden parecer un poco extrañas, pero son solo imaginarias y no pueden hacerte daño. Los monstruos pueden ser así también: pueden parecer extraños, pero son solo parte de las historias.

Los monstruos son como los ruidos que escuchas por la noche. Cuando está oscuro y tranquilo, puedes escuchar un crujido o un susurro. Tu mente puede imaginar un monstruo haciendo esos ruidos, pero en realidad, solo es la casa asentándose o el viento soplando. Los monstruos son como las historias que contamos para hacer las cosas emocionantes y aventureras.